Noche mágica en Peumagen

Peumagen es una ciudad portuaria que te recibirá con los brazos abiertos, con canciones, con esperanza.
Sus habitantes sueñan despiertos y sus visitantes, también.
Fue una noche mágica, llena de luz y con la mejor compañía.
Ismael no defraudó. Canciones de ayer y de hoy, con su voz, que en directo, parece traída desde el cielo, quizá, desde una nave que vuela más allá de Orión.
Momentos especiales. Muchos momentos. Cuando creías que lo mejor había pasado, comenzaban otros acordes que traían a la mente recuerdos de otros tiempos…
Gracias por esa noche. Una noche inolvidable.
Este post va dedicado a Salomé que me habló hace mucho tiempo de Peumagen y a Ulises, que me dejó subir a su barco rumbo a esta hermosa región.

Lo que contiene el tabaco

Y yo no lo sabía

Que yo no lo sabía,

quién me lo iba a decir,que sólo con tu sonreír

inundarías todo mi ser de alegría.

Y yo no lo sabía,

que me podía encontrar algo tan dulce como tú.

Eres lo más bonito que he visto en mi vida.Y

yo no lo sabía,

y si me vuelvo loco es al sentir

que hay tantas cosas que vivir,y yo sin ti no lo sabia.

Por la calle no hago más que sonreír.

Y es que todo el tiempo estoy pensando en ti.

¿qué le voy a hacer?

Es curioso como hay días en los que

todo es magia, todo es arte y ya lo ves,

no puedo callar,ni dejar de ser el loco que está

rendido aquí a tus pies.

Y yo no lo sabía...

Aunque hable la gente sólo oigo tu voz.

Completamente borracho por tu amor, ¡Qué pesado estoy!

Pero es que tampoco me quiero callar.

Más bien al contrario, yo quiero gritar

que soy muy feliz si estás junto a mi

Te quiero a morir.

Estoy loco por ti.

Yo no lo sabía, pero ahora lo sé. Ahora sé quien soy y hacia donde quiero caminar, y sé que no quiero andar sola.

Quiero andar contigo, ahora sí que lo sé.

Que tengas un buen día

Esta mañana nos hemos cruzado. Tú no me has visto.
Al verte me he dado cuenta del frío que pasas cada mañana. Por las mañanas hace frío. Hoy necesitaba tu calor. Pronto lo tendré..
Ese tren iba muy rápido, y a medida que se alejaba, deseaba con todas mis fuerzas que tuvieras un buen día.